no quiero escribir porque todo lo que escribo me lo arranco desde el sitio recóndito de pesares e indecisiones desde donde el animal de mí me mira mansa y furiosamente
no quiero escribir porque escribir es arrancar las cascaritas de las mismas heridas que nunca cierran
no quiero escribir porque escribir es una desnudez que se lleva debajo de la piel que está debajo de la piel que está debajo
no quiero escribir porque la fiebre que escapa de mis dedos es la fiebre de otro tipo y ya no la quiero, ya no me divierte reclamarla como propia
no quiero escribir porque escribir es como mirar a la muerte a los ojos desde sus propios ojos
no quiero escribir porque, así como la suma de todos los colores primarios produce el blanco, la suma de todas las palabras produce el silencio y todo es de nuevo nada y hay que empezar una vez más, inmediatamente, a fabricar esa misma nada
no quiero escribir porque escribir es arrancar las cascaritas de las mismas heridas que nunca cierran
no quiero escribir porque escribir es una desnudez que se lleva debajo de la piel que está debajo de la piel que está debajo
no quiero escribir porque la fiebre que escapa de mis dedos es la fiebre de otro tipo y ya no la quiero, ya no me divierte reclamarla como propia
no quiero escribir porque escribir es como mirar a la muerte a los ojos desde sus propios ojos
no quiero escribir porque, así como la suma de todos los colores primarios produce el blanco, la suma de todas las palabras produce el silencio y todo es de nuevo nada y hay que empezar una vez más, inmediatamente, a fabricar esa misma nada