quiero estar feliz y que sea como si mi adentro creciera hasta romper su afuera, o como un oleaje tibio de chocolate, música y semen empañando desde bien abajo los insterticios en el mapa del alma

quiero ser feliz como un animal que está feliz porque desconoce que existe algo que se llama felicidad y hasta desconoce que es posible suicidar a las cosas, nombrándolas

quiero ser feliz como los pañuelos que se agitan en un puerto en donde ningún barco jamás se lleva a nadie a ningún lugar

la vida se derrama despacio sobre todos, como el ácido de una batería reventada o como un chicle que ya no tiene gusto, como un ejército de hormigas que lamen sin lenguas y muerden sin bocas sobre la piel, sobre la carne viva, sobre la imbécil satisfacción darwiniana de no ser un cacto o un himenóptero o algo peor, un contador, un notario público, un empleado que escribe poesía absolutamente dispensable, sentado frente a su pantalla que no es su pantalla y titila siempre igual para nadie